27 de junio de 2016

Drogas y cerebro: cannabis.

Actualmente, una de las drogas más consumida por los jóvenes, después del alcohol y el tabaco, es el cannabis. Considerada como una "droga blanda" no provoca tanto temor consumirla como otras drogras. Pero realmente, ¿qué sabes sobre el cannabis?

En nuestro cerebro, existen unos receptores específicos y abundantes denominados "receptores cannabinoides" y en algunas zonas del cerebro su número es hasta 12 veces superior a los receptores de dopamina. Es nuestro sistema endocannabinoide y tiene entre sus funciones, la de regulación de la percepción de dolor.  
Los neurotransmisores cannabinoides no existen como tales en el cerebro, sino que cuando éste lo necesita, se autofabrican utilizando la grasa de la superficie de las neuronas y pueden estimular a los receptores de cualquier neurona. 

Pero, hablando del cannabis como droga, ¿cúales son sus efectos en la conducta de la gente?
Bajo los efectos del cannabis, los fumadores se vuelven eufóricos, ciertos dolores se disipan, aumenta la sensibilidad a los colores y a los sonidos, el recuerdo de sucesos recientes es menor, los movimientos se realentizan y se estimula el apetito. 

¿Es una droga adictiva? 

Una de las consideraciones por las que la sociedad la denomina como "una droga blanda" es porque no suele producir adicción. Sólo en un 1 o 2% de la población que consume cannabis es adictiva, pero suelen ser personas ya vulnerables con problemas psicológicos. El consumo de esta droga no conduce a una dependencia física, en el sentido de que abandonarla arrastre consecuencias físicas o psíquicas importante, pero puede llevar a un consumo abusivo y la pérdida del control de su consumo. A altas dosis, el cannabis puede llevar a una dependencia psicológica.

Cannabis y enfermedades.

Ya que esta droga hace el papel de exagerar o amplificar un fenómeno preexistente, los esquizofrénicos, ya de por sí predispuesto a la toxicomanía, consumen cannabis para experimentar sensaciones de euforia y de placer. Uno de los síntomas deficitarios de la esquizofrenia es la pérdida de la capacidad para experimentarlo. Además de todo ésto, el hecho de buscar un proveedor implica una sociabilidad, dando una pequeña tregua al aislamiento del esquizofrénico. 
Sin embargo, a pesar de parecer beneficiosa para ellos, el consumo de cannabis exacerba los síntomas positivos como delirios y alucinaciones. Para las personas con predisposición a padecer esta enfermedad, el consumo de cannabis puede adelantar el inicio de la esquizofrenia e incluso aumentar el riesgo de padecerla en un futuro si se consume de manera habitual.

En el caso de enfermos de esclerosis múltiple, el uso de los cannabinoides tendría un efecto beneficioso su tratamiento, ya que favorece a la relajación, a la disminución de los dolores y a conciliar el sueño. De igual manera, los cannabinoides podrían utilizarse como tratamiento para dolores crónicos, diabetes, lesiones del sistema nervioso, amputaciones de miembros y, como psicofármaco, como tratamiento para la ansiedad y la depresión.

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