Se creen superiores por pegarles, se creen más hombres por demostrar su fuerza sobre ellas. Les humillan, les engañan, les hacen llorar lágrimas preciosas que no deberían de ser derramadas, les acosan y amenazan.
Ellas están encerradas en una cárcel sin barrotes, se sienten incapaces de huir, se sienten culpables, humilladas, desgraciadas, invisibles. Se avergüenzan de su situación y no lo cuentan. Temen a lo que la gente pueda decir de ella, temen ver la mirada de pena en los demás. Ellas son valientes y cobardes a la vez. Pero sólo la que logra salir, triunfa.
No entienden que a base de puños no se ganan ni la confianza ni la fidelidad. No entienden que el miedo no es amor. No entienden que una disculpa después de un golpe no significa nada. Si puso su mano encima de ella, volverá a hacerlo, sólo es cuestión de tiempo.
Sé más valiente que nunca, sé una mujer y páralo. No merece tus lágrimas, no tiene ningún derecho a pegarte, ninguno a insultarte, ninguno a humillarte. Ármate de valor, supérate a ti misma, imponte. Quien intente cambiar a alguien a base de golpes e insultos, tarde o temprano, obtendrá como resultado revolución. NO son superiores. NO lo necesitas. NO estás sola. ¡LIBÉRATE!

Tanto hombres como mujeres tienen derecho a tener relaciones de parejas sanas, con respeto y amor, libres de miedo y dolor.
Hoy es 28 de noviembre: Día
Internacional Contra La Violencia de Género.
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